Rodilla

En el año 2003, sólo en Estados Unidos hubo más de 19.4 millones de consultas médicas debidas a problemas en las rodillas.

La rodilla es una articulación compleja y susceptible a una variedad de lesiones. Es la articulación más grande del cuerpo y la más propensa de lesionarse. Se forma por el fémur en su parte superior, la tibia en su parte inferior y la rótula o patela en su región anterior. Dentro de la rodilla encontramos a dos meniscos que funcionan como un empaque entre el fémur y la tibia, absorben los impactos y distribuyen las fuerzas durante el movimiento de la rodilla. También encontramos dentro de la rodilla a los ligamentos cruzados, que son las estructuras encargadas de dar la estabilidad anterior, posterior y rotacional a la rodilla. También encontramos a los ligamentos colaterales que nos proveen de una estabilidad lateral y medial respectivamente.

Muchas de las lesiones de la rodilla pueden ser manejadas exitosamente sin necesidad de cirugía.

 Las lesiones más comunes de la rodilla son:

  1. Las lesiones traumáticas de los pacientes jóvenes donde podemos englobar las lesiones de:
  • Ligamento cruzado anterior
  • Ligamento cruzado posterior
  • Lesión de ligamentos colaterales
  • Lesión de menisco medial o lesión de menisco lateral

Estas lesiones habitualmente ameritan su reparación mediante procedimientos quirúrgicos como la artroscopia.

      2.    Existen también lesiones crónicas comúnmente presentadas en pacientes de edad avanzada o bien en pacientes que presentaron una lesión en sus ligamentos o meniscos a temprana edad y que no fueron atendidos oportunamente. Estas lesiones son del tipo artrosicas o de desgaste y pueden ameritar un evento quirúrgico consistente en artroscopia o bien una artroplastia o prótesis de rodilla.

Enfermedades comunes

Ligamento cruzado anterior (LCA)

La rodilla está conformada por 3 huesos, el fémur (arriba) la tibia (abajo) y la rótula o patela (al frente). Los huesos se encuentran conectados y estabilizados en su sitio por los ligamentos. En la rodilla contamos con varios ligamentos: los ligamentos colateral lateral y colateral medial que proveen la estabilidad lateral y medial, el LCA que provee la estabilidad anterior y rotacional, y el ligamento cruzado posterior que provee la estabilidad posterior a la rodilla. El diagnostico se realiza mediante la exploración física y se complementa con estudios de rayos X y resonancia magnética en la mayoría de los casos.
Se optará por la mejor opción para el tratamiento de esta lesión de acuerdo a su edad, actividad y otras lesiones que puedan presentarse en su rodilla. En términos generales si se quiere recuperar la función de este ligamento el procedimiento quirúrgico para la sustitución del mismo con injerto es necesario. La lesión de LCA es una de las lesiones más comunes en la rodilla, principalmente en deportistas de alto rendimiento y en deportes de contacto como el futbol, basketball, esquiadores. La lesión del ligamento cruzado (LCA) puede ocurrir al cambiar bruscamente de dirección, disminuir la velocidad drásticamente al correr, al aterrizar tras de un salto con la rodilla extendida, golpe directo, etc...
Más de la mitad de las lesiones del LCA se acompañan de lesión en otra estructura como los meniscos, el cartílago o de otro ligamento. El diagnostico se realiza mediante la exploración física y se complementa con estudios de rayos X y resonancia magnética en la mayoría de los casos, principalmente para determinar otras lesiones que pudieran presentarse en la rodilla.
Los síntomas de una lesión del LCA pueden incluir:
Al momento de la lesión: -oír un tronido -sentir que “la rodilla se sale de su lugar” -edema o inflamación de la rodilla -dolor que muchas veces obligan al paciente a salirse del juego o la carrera en la que se encuentre después de un tiempo: -sensación de inestabilidad - puede llegar a haber perdida de la movilidad de la rodilla - puede haber molestias al caminar
El tratamiento de las lesiones del LCA, dependerá de la edad, sintomatología, desgaste de la rodilla del paciente, así como su deseo de volver a la vida deportiva.
Para volver a realizar deportes de impacto y en pacientes jóvenes (menores de 50 años) se sugiere el tratamiento quirúrgico por la sustitución del ligamento cruzado anterior.
Antes de la cirugía y en los casos en los que el paciente no sea candidato a cirugía se realizará un programa de rehabilitación encaminado al fortalecimiento muscular y a la recuperación del movimiento de la rodilla.

El tratamiento quirúrgico se basa en la sustitución del LCA, el ligamento roto será retirado y sustituido por un injerto que formara un nuevo ligamento.
Hay varios lugares de donde se puede tomar dicho injerto y su médico discutirá con usted las opciones para que pueda conocer las ventajas y desventajas de cada uno de estos. Básicamente son tres: uno de la pata de ganso de la misma rodilla, del tendón patelar de la rodilla o de un banco de injertos (cadáver) humanos. En nuestro equipo preferimos la plastia de la pata de ganso de la misma rodilla.

Cualquiera que sea la fuente del injerto, este funcionara únicamente como una andamio a través del cual se formará el nuevo LCA. Este proceso lleva su tiempo y por ello ningún paciente, sea o no atleta podrá volver a practicar deportes de contacto antes de los 6 meses de la cirugía.
El procedimiento quirúrgico se realiza mediante artroscopia, volviéndolo menos invasivo y acortando así la estancia hospitalaria y disminuyendo el dolor postquirúrgico. A menos que la lesión del LCA se asocie a otro tipo de lesiones en la rodilla se prefiere no hacerlo de inmediato, sino hasta que el edema de la rodilla haya disminuido, alrededor de la segunda semana, esto mejora la movilidad postquirúrgica de la rodilla después de la cirugía.

Después de la cirugía su médico le ira indicando al paciente el plan de rehabilitación a seguir, estando encaminado este en principio a recuperar la movilidad de la rodilla y disminuir la inflamación y posteriormente a mejorar la fuerza muscular e irse integrando lentamente a la vida deportiva previa a la lesión.

Lesión del ligamento colateral medial:

Usualmente la lesión del ligamento colateral medial se debe a un golpe directo en la parte externa de la rodilla. Estas lesiones usualmente ocurren en deportes de contacto como el futbol, futbol americano, esquí, o en accidentes en moto.
El diagnóstico se realiza mediante la exploración física y se complementa con estudios de rayos X y resonancia magnética en la mayoría de los casos. El manejo inicial para esta lesión es con inmovilización, la cual usualmente se prolonga por 6 semanas. Sólo en los casos en los que a pesar del tratamiento inicial o bien en los casos en los que no se realizo un tratamiento inicial podría el paciente ser candidato a una reparación quirúrgica de su ligamento colateral medial.

Lesión del ligamento colateral lateral:

Usualmente la lesión del ligamento colateral lateral se debe a un golpe directo en la parte medial de la rodilla. Estas lesiones usualmente ocurren en deportes de contacto como el futbol, futbol americano, esquí, o en accidentes en moto.

El diagnóstico se realiza mediante la exploración física y se complementa con estudios de rayos X y resonancia magnética en la mayoría de los casos. Las opciones del manejo de esta lesión dependerán del grado de lesión del mismo, la edad del paciente, su actividad física y si se asocia con otras lesiones en la rodilla. El paciente puede ser candidato a una sustitución quirúrgica de su ligamento colateral lateral.

Condromalacia

Se refiere al desgaste a nivel del cartílago de las articulaciones, que puede dividirse en 4 estadios de acuerdo a su severidad. El cartílago provee a las articulaciones de una superficie lisa, que distribuye las cargas, disminuye la fricción y permite cierta compresión. Al perderse este tejido, el movimiento de las articulaciones se va entorpeciendo y causando desde leves chasquidos e incomodidad al paciente hasta dolor intenso y limitación a la movilización de la articulación. Mediante las técnicas artroscópicas, podemos realizar un diagnóstico directo del estado del cartílago articular, regularizar parcialmente su superficie y en los casos en los que se encuentre perdido realizar procedimientos para tratar de favorecer la formación de un nuevo cartílago. Esto mediante incisiones cutáneas pequeñas y con una disminución importante de las complicaciones quirúrgicas y menor dolor postoperatorio para nuestro paciente.

Osteoartritis (artrosis)

“Desorden progresivo de las articulaciones, causado por pérdida gradual del cartílago articular, combinada con adelgazamiento de hueso subcondral, crecimiento óseo en márgenes articulares, e inflamación sinovial moderada y crónica” Esta patología podemos encontrarla de la siguiente forma, según grupos de edad:
—  Rara antes de los 40 años de edad (2-3%)
—  Afecta 1/3 de personas entre 45 y 64 años
—  60-70% de mayores de 65 años
—  > 80% en personas mayores de 80 años

Puede afectar cualquiera de las 200 articulaciones sinoviales del cuerpo, siendo las más comunes: Columna cervical y lumbar, interfalángicas distales en manos, 1er CMC (rizartrosis), 1ª articulación metatarso-falángica, rodilla, cadera.
Dentro de los síntomas, podemos encontrar: 
  • Crepitación 
  • Bloqueo de articulación 
  • “Hinchazón”
  • Fatiga — Dificultad para realizar actividades cotidianas 
  • Dolor exacerbado con el uso, que continúa después del cese de actividades.
Tratamiento
Tratamiento no farmacológico:
• Educación del paciente
• Manejo multidisciplinario
• Perder peso
• Realizar ejercicio aeróbico
• Realizar ejercicios de fortalecimiento muscular.
• Aparatos para apoyo durante la marcha (bastón, andadera)
• Uso adecuado de calzado.

Tratamiento farmacológico:
• Antiinflamatorios
• Analgésicos
• Medicamentos modificadores de los síntomas (glucosamina, sulfato de condroitina)
• Viscosuplementación (acido hialurónico, hilano G-F 20)
• Esteroides intraarticulares.

Tratamiento quirúrgico:
• Osteotomías de alineación (en caso de angulaciones como genu varo y genu valgo)
• Artroscopía
• Reemplazo articular

Terapia alternativa:
• Ozonoterapia.